Pisarás una tierra sin fronteras y llegaras a donde tus sueños te lleven



viernes, 5 de diciembre de 2014

El día que decidí ir a Egipto

La idea del viaje a Egipto comenzó hace unos años, por allá en el 2010 cuando vivía en Gandía y una noche nos encontrábamos reunidos en uno de los apartamentos para estudiantes en que vivíamos, con mis amigos. Estábamos organizando nuestra próxima aventura juntos, ya que en esa época poco importaban los días de clase, o las responsabilidades, valía la pena aprovechar cada oferta y escaparse para conocer un pedacito de mundo.
Comentábamos lo genial que sería pasar una noche en el desierto, después de cruzar con camellos hasta una de esas tiendas que muestran en las películas, ya Lezly lo había hecho y nos contaba lo maravillosa que había sido su experiencia en Marruecos. Empezamos a pensar en Egipto y aunque el viaje en ese momento de la vida no se materializo por diferentes circunstancias que nos llevaron a otros destinos, en mi cabeza quedo la idea del camello, el desierto y por supuesto, Egipto.
En el 2012 hice otro intento de organizar un viaje allí, pero el tiempo libre durante la maestría fue muy poco y la situación política allá no se encontraba lo suficientemente estable como para emprender la aventura.
Finalmente en diciembre del 2013 puse en un cartelito de “propósitos para el 2014” mi viaje a Egipto y no me lo saque de la cabeza hasta que compre el tiquete en Junio. Ya las cosas se habían calmado un poco y Egipto se materializaba como aventura. 
Entre Junio y Octubre, meses de planear y organizar mi viaje, recibí un montón de comentarios de sorpresa de la gente que me rodeaba. Mi mama y mi papa siempre me apoyaron, pero mis amigos y algunos de mis familiares estaban realmente preocupados de que yo me fuera a un país donde “había muy poca seguridad”, “los hombres me iban a perseguir por ser una mujer viajando sola o por el simple hecho de ser mujer”, “iban a intentar cambiarme por camellos”, “podía estallar una guerra en cualquier momento”, “estaba el Estado Islámico”, “me iba a dar ebola” y otras tantas barbaridades que no vale la pena mencionar. Una tarde incluso recibí un email de una de mis tías pidiéndome que por favor cancelara el viaje porque era la peor idea que se me había ocurrido y que mejor me fuera para Portugal.
Durante los años en los que gracias a la vida, a el trabajo, al esfuerzo y a la sincronía, he tenido la oportunidad de viajar, he aprendido que todo lo que desconocemos nos puede llegar a generar miedo y ante el miedo tenemos dos opciones: usarlo como motor o usarlo como freno, sin duda alguna a mí me gusta más la primera. Con el paso del tiempo incluso he perdido el miedo a muchas cosas, perdí el miedo a los aviones, a viajar sola, a perderme, a las escaleras eléctricas, a las montañas rusas; y eso lo perdí viajando. Tuve que enfrentarme a mí misma y a cosas desconocidas que al final me generaron más aprendizajes de lo que me hubieran podido generar experiencias que podía vivir si me quedaba en mí casa.
Piramides de Giza

Descubrí que muchas personas se arriesgaban a venir a Colombia, aunque oían lo que los medios decían “Colombia es un país inseguro”, “la guerrilla esta por todos lados”, “en Colombia no se puede viajar porque lo secuestran a uno”, “en Colombia la gente es narcotraficante o hace parte de grupos terroristas” y así, otras tantas afirmaciones absurdas que se escuchan afuera. Muchos de mis amigos se arriesgaron a venir a pesar de lo que oían y leían, a pesar de los prejuicios y los estereotipos que durante años los medios se han encargado de echarnos como bultos en la espalda. Ellos disfrutaron su viaje, conocieron, se desprendieron de las ideas erróneas que pudieran tener sobre este país, se empaparon de la esencia y de la realidad, y se enamoraron de este pedacito de tierra llamado Colombia. 
Lo que nos pasa a nosotros como país, como pueblo, con nuestra imagen, lo que la gente que está afuera no puede comprender porque no vive la realidad que vivimos nosotros; eso pasa en muchos lugares del mundo, en el caso particular de mi viaje, pasa con los árabes, pasa con los musulmanes, pasa con los egipcios en general. 
Por lo tanto decidí hacer caso omiso a cada una de las afirmaciones erróneas que la gente a mi alrededor hacía, decidí organizarme, investigar en páginas donde otros viajeros cuentan sus experiencias (ya habiendo visitado el lugar) y decidí arriesgarme e ir a ver con mis propios ojos Egipto. 
El 2 de noviembre, mientras esperaba en el aeropuerto de Madrid para tomar el vuelo que me llevaría al Cairo, sentí una mezcla de sentimientos un poco complicada de explicar. Por un lado sentía que finalmente y después de varios años con la idea en la cabeza, de 2 intentos de llegar a Egipto, lo iba a conseguir, iba a cumplir mi sueño. Había sido un año largo de trabajo, de muchos cambios en mi vida, de ahorro, de madrugar a las 5:25 am 5 veces a la semana, de no darse ciertos gustos, de conseguir trabajos por otros lados para ahorrar más y de organizar hasta el último detalle antes de partir. Por otro lado, esperaba con mucha ansiedad que la seguridad que siempre había tenido en mi misma y en la idea de que todos los lugares del mundo tienen algo que enseñarnos, se hiciera realidad en esta nueva empresa que comenzaba. Quería darme una lección a mí misma y solo pensaba que si este viaje funcionaba, cualquier otro iba a funcionar por loco, exótico y lejano que fuera.
No voy a contar día a día que hice, porque eso lo voy a dejar para otro momento. Quiero aprovechar que por fin pude sentarme a escribir, para contarles lo que para mí, fue Egipto y lo que mis sentidos pudieron descubrir mientras estaba allí. Seguramente otras personas que hayan ido tuvieron experiencias y visiones diferentes; eso nos pasa a todos y depende mucho de cómo cada uno vive y disfruta su viaje, es por eso que en ningún momento este escrito pretende convencer a nadie de nada, por el simple hecho de que yo no puedo garantizarle a nadie que viaje a Egipto que la va a pasar tan bien como yo la pase y que va a vivir lo que yo viví, mucho menos de que no va a sufrir algún impase, porque jamás estamos exentos de eso. Más bien, quiero aprovechar para invitarlos a que cumplan sus sueños sin importar lo que otros digan o piensen, sin importar lo lejos que sea, sin importar que pasen años intentando llegar a conseguirlos; si su corazón les dice que deben ir a un lugar o deben hacer algo, trabajen incansablemente por lograrlo, porque solo cuando cumplimos nuestros sueños y cuando vivimos el proceso de trabajar por ellos, podemos descubrir la verdadera esencia de nuestra existencia.

El Nilo en el Cairo

El Cairo, la ciudad más poblada de África, 40 millones de personas. En sus calles y edificios del centro se ve el esplendor que tuvo años atrás, en que no había tanto trafico ni tanta gente y en que la situación política y económica del país no lo habían golpeado tanto. Ahora todo se ve un poco más empolvado, hay mucha arena en las calles que llega con las corrientes de aire que atraviesan el desierto. Sin embargo, el Nilo y la vegetación le dan una magia especial a esta ciudad. El Cairo suena a bocinas, a gente conversando, a tráfico, a las llamadas del coran a orar en mezquitas, a las campanas de las iglesias Coptas; es una ciudad que nunca duerme, a cualquier hora hay gente caminando por las calles, autos, locales abiertos, carretas tiradas por caballos y burros. La gente se detiene en las aceras a conversar con los desconocidos o a preguntar alguna dirección. El cairota en general es muy amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar.  Por las calles se puede ver a los hombres fumando narguile, jugando parqués, conversando y tomando té en cafeterías que tienen sillas y mesas sobre la acera. Algunos paran en pequeñas fruterías donde venden jugos de frutas y Asir Kasab, la bebida de caña de azúcar típica de Egipto. Las mujeres con o sin velo, con ropa suelta o muy apretada, cristianas o musulmanas, solteras o con sus hijos, recorren las calles mientras van de compras, a estudiar o al trabajo. Algunos se dirigen a bailar en los Markeb, pequeños barquitos que dan una vuelta de 10 minutos en el Nilo y donde se pone música de moda para que la gente baile durante el trayecto.  En la época en que yo fui, la temperatura solo subía al medio día, pero las mañanas eran frías y las noches muy frescas. Aunque parezca increíble y por más de que este al lado del desierto, en invierno cae nieve en El Cairo. Sin embargo, aún no había llegado el frio y el clima me trato bastante bien. 
Podría afirmar que Egipto vive del Nilo y aunque había leído y estudiado sobre eso, verlo en vivo y en directo es muy interesante. Todas las actividades económicas, culturales y hasta políticas, giran en torno al rio desde tiempos inmemoriales. Los antiguos egipcios descubrieron su valor y construyeron su civilización en torno a esta fuente hídrica; lo demás es desierto, que después del petróleo (beneficio económico para unos pocos) y algo del turismo, no genera muchos beneficios para la población egipcia.
Actividades a orillas del Nilo

El Nilo, además de ser la cuna de la civilización egipcia, gracias a la cual debemos gran parte del progreso de la humanidad hasta nuestros días, baña con sus aguas las orillas, donde se formaron pequeños oasis de tierra fértil en los cuales la población, sobre todo al sur del Cairo, en ciudades como Aswan, Efdu y Luxor, viven de los cultivos. Cultivan coco, guayaba y piña con los que hacen unos postres espectaculares; también cultivan patatas, coliflores, dátiles, higos, trigo, cebada, lino y caña de azúcar entre otros. Crían animales como cabras, vacas y cerdos con lo que complementan una alimentación deliciosa y balanceada. Cultivan flores y plantas de las cuales sacan esencias que exportan para la producción de perfumes. Por medio de hidroeléctricas el Nilo les da energía para las ciudades y pueblos de las orillas. Sirve como medio de transporte y comunicación de un extremo a otro del país.  A su alrededor se encuentran los principales templos y construcciones del antiguo Egipto, razón por la cual el Nilo se convierte en una de las principales fuentes de turismo, pues por allí pasan los cruceros que transportan a miles de turistas al año que van a visitar las maravillas de Egipto. 

Contrastes del Nilo en Aswan

Me quedo corta si trato de expresar la monumentalidad y majestuosidad de los templos y complejos arquitectónicos de los antiguos egipcios. Es impresionante imaginarse cuando uno está allí, frente a las inmensas piedras, que eso fue construido hace miles de millones de años, por seres humanos que no contaban con con la mitad de la tecnología que tenemos hoy en día, y que aun así eran tan inteligentes e ingeniosos que lograron que sus inventos y su forma de organización traspasara la barrera del tiempo y el espacio para hoy en día seguir influenciándonos y enseñandos.
Templo de Hatshepsut

Durante mi aventura, me sentía como en una de esas historias de Indiana Jones, mis ojos se llenaron de hermosos atardeceres, de los colores de la vegetación exótica y del contraste que marcaban las aguas del Nilo, el oasis y el desierto. Tuve la suerte de contar con tres espectaculares guías: Bito, Amru y Mohamed, que compartieron todo su conocimiento y su amistad conmigo, se aguantaron mis preguntas y me llevaron a recorrer las calles, cosa que no hacen con todos los turistas, pero algo en lo que yo insistí porque considero que solo así es como podemos darnos una impresión de la realidad de un lugar, conociendo la gente. En las calles pude ver cómo vive la gente, que come, que actividades realizan, como se tratan unos a otros. Vi la pobreza y la riqueza llevadas a los extremos, en un país donde la clase media está por extinguirse y en el cual los problemas políticos han llevado a que la gente tenga miedo de viajar allí, razón por la cual el turismo, una de las principales actividades económicas de la zona ha bajado mucho y ha generado algo de empobrecimiento. Descubrí los contrastes de las dos religiones predominantes en Egipto: Los Musulmanes y los Cristianos Coptos, que para mi sorpresa y durante las últimas revoluciones, se protegieron unos a otros, como muestra de tolerancia y de respeto con la que conviven a diario. En las revoluciones a la hora de la oración los cristianos hacían un círculo alrededor de los musulmanes protegiéndolos de los militares mientras ellos extendían sus tapetes y rezaban. Cuando atacaban las iglesias coptas, eran los musulmanes quienes se enfrentaban a los militares haciendo un círculo alrededor de estas construcciones para impedir que las quemaran o las destruyeran. Cuando oí esta historia, de la boca de un musulmán y de la boca de un cristiano copto, comprendí cuan equivocados están los medios acerca de muchas de las cosas que muestran sobre Egipto y cuanto tiene este pueblo que enseñarnos a nosotros en valores como el respeto y la tolerancia a las ideas y creencias del otro. Ojala pudiéramos ver esto reflejado en otras instancias de nuestra sociedad ¿no?

Mezquita de Alabastro - El Cairo

Del Ebola y el estado islámico solo puedo decir que leyendo, buscando fuentes más confiables y mirando un mapa, cualquiera hubiera podido descubrir que ninguna de las dos era un peligro inminente en mi viaje.
Y por último para terminar esta historia debo confesar que fui un bicho raro. Pocas veces se ven mujeres solas viajando a países como este. Yo tampoco veo hombres con turbantes en las calles de Bogotá con frecuencia y si los viera los miraría con mucha curiosidad, tal vez con la misma con la que miraban a mí. Debo decir que aunque yo era un bicho raro jamás me sentí irrespetada, jamás me sentí insegura, jamás me trataron mal, nadie trato de sobrepasarse conmigo y nunca sentí peligro. Andaba con camisetas de escote y manga corta, use maquillaje, tuve la cámara colgada en el cuello todo el tiempo y no me paso nada! Hay cosas con las que se debe tener cuidado cuando se viaja a Egipto igual que en cualquier lugar del mundo. No hablar con desconocidos, no dejarse embolatar por los vendedores que siempre quieren ganar más, saber cómo funciona el tema de las propinas, preguntar las condiciones de todo servicio que uno adquiera antes de tomarlo, tomar con calma y cabeza fría cualquier problema que se pueda presentar y confiar en el instinto….por lo demás, uno puede estar seguro y tranquilo!
Solo me queda por decir que inviertan en viajar, porque no hay dinero mejor invertido, que produzca más aprendizajes, más enseñanzas y más satisfacción que viajar. Solo cuando viajamos nos quitamos la venda que tenemos en los ojos y comprendemos la realidad del mundo en el que vivimos, un mundo para todos, un mundo de todos y que todos tenemos derecho a conocer!


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Crónica del último dia en Egipto

Karnak
Salimos por la mañana del barco rumbo al complejo de Karnak, un conjunto de templos construidos por diferentes faraones en honor a la Triada de Tebas. Karnak que se alza imponente detrás de un camino de carneros a lado y lado; es el segundo complejo de templos mas grande del mundo. El dios Amon-Ra salia de este templo durante la época de la inundación en unas barcas por el Nilo con rumbo a Lúxor para visitar a su esposa. De vuelta volvían con las barcas al hombro por la avenida de las esfinges, de aproximadamente 4 km que une los dos templos y que aun hoy en día se puede ver.
Calle de Esfinges
Salimos de Karnak a un palacio de esencias. El 30% de lo que Egipto produce de esencias naturales extraídas de plantas y animales, se exportan, para que al mezclaras con alcohol se obtengan los perfumes que usamos, por supuesto los más populares y caros del mercado. Me hicieron un masaje con sándalo y menta y aprendí sobre las esencias medicinales y aromáticas más importantes, todo un descubrimiento en este lugar que no dejaba de sorprenderme.

Antes de salir al Cairo
 De ahí fuimos al templo de Lúxor, el ultimo templo que iba a visitar en este viaje. También fue construido por partes por diferentes faraones y por algunos pueblos que conquistaron Egipto. En algunas de sus paredes se puede ver como los cristianos cubrieron de yeso los bajorrelieves egipcios y pintaron escenas de su religión sobre las paredes del templo. Almorcé con Mohamed y me despedí de él, mi gran guía en el sur de Egipto.

Mi vuelo salia a las 6 así que tuve un par de horas para visitar un mercado y regatear a muerte algunas artesanías, porque en Egipto no hay precios fijos para esos productos y el valor de las cosas depende de cuanto quieran ganar ellos y de la cara que le vean a uno.

Habitación Churchill - Mina House
 Luego espere un rato en una cafetería y me llevaron a las 4 al aeropuerto para tomar el avión al Cairo.

Al Cairo llegue a las 7 y Amru me estaba esperando, fuimos al hotel a dejar las cosas y luego de comer algo me llevo al hotel más antiguo de Egipto, el Mina House donde se han quedado personalidades muy importantes del mundo entre ellos Churchill y Montgomery, en honor a quienes pusieron el nombre a las 2 suites mas importantes del lugar y que tienen vista privilegiada a las pirámides de Giza. Pude visitar la habitación de Churchill y dar un paseo por el lugar con una historia de mas de 100 años y una espectacular muestra de la arquitectura y decoración islámica. Con la suerte de que en el hotel me encontré con Hassan El Raddad actor de películas egipcias como "la señorita Mami".

Volví al hotel a empacar y el domingo muy temprano salio mi avión del Cairo a París para iniciar otra aventura en otro lugar del mundo. Solo me queda por decir: ¡Gracias Egipto por tanto!

martes, 4 de noviembre de 2014

Crónicas del tercer día de navegación por el Nilo

Anoche llegamos a Luxor, lo que antes era la ciudad de Tebas, el último destino de navegación por el Nilo y el último lugar que visitaría antes de volver al Cairo para tomar el vuelo a Madrid.

Salí a las 4 am en una van que me dejo en un embarcadero donde tome un barco que cruzo al lado occidental del Nilo. Otra Van me llevo a la esplanada donde estaban los globos para el paseo. En el viaje en globo conoci a Mauricio, un profesor de arquitectura de la universidad de Santiago de Chile, fue como mi guia en el aire.

Amanecer sobre Lúxor

Templos desde el aire


Arquitectura desde el aire

¡El viaje fue espectacular! Me quedan cortas las palabras para describir el paisaje y la sensación. Por un lado el sol saliendo y por el otro la luna ocultándose atrás del valle de los reyes sobre el desierto. Estuvimos 50 minutos volando y llenando los ojos de los verdes campos de Luxor y los majestuosos templos mortuorios de la orilla occidental.

Aterrizando en Globo
Después de un aterrizaje suave, en el que varios hombres ayudaron a amortiguar la bajada del globo, me encontré con Mohamed para empezar las visitas del día. Iniciamos con los colosos de Memnon, dos gigantescas estatuas que representaban al Faraón Amenofis III.

De ahí pasamos a el templo de Madint Habu, unico templo en la orilla de los muertos que alberga un palacio donde vivía el Faraón. Dedicado a la triada de Tebas: Amon Ra dios del sol, Mut dios del bien y la belleza y Hensu dios de la Luna; este templo fue construido por Ramses II.

Artesano de Alabastro
Fuimos a un taller de piedra, donde aprendí como hacen las principales artesanías de Alabastro, granito rosado y lapislázuli.

La siguiente visita fue el valle de los Reyes, lugar donde se encuentran escavadas las tumbas de los faraones. De esta parte del viaje no hay fotos porque esta prohibido tomar fotos en el lugar. Visite la de Ramses 9 donde pude ver el ataúd de piedra que contenía la momia y las escenas en bajorelieve de las paredes y el techo de la tumba aun con sis colores originales. Luego pasamos a la tumba de Ramses 3 y de Tuthmosis 4.

Contrastes de Lúxor
Volvimos al barco para almorzar y descansar. A eso de las 4 de la tarde tome una carroza para dar un paseo por la ciudad, en medio de un sol caliente que le daba un brillo especial al paisaje.

Lúxor esta lleno de campos donde se puede ver a la gente trabajando los sembrados o cuidando a sus animales. Es muy verde y hay un contraste muy especial entre el río, el desierto y estas tierras fértiles donde se cosechan cocos, mangos y los principales cereales de los cuales se abastece la población.

Danza Tanora
Pasamos por un mercado egipcio (no un mercado para turistas) donde vi como vive la gente realmente en esta ciudad y por distintos barrios de clase media y baja. Los niños al verme pasar siempre saludaban levantando sus manita y gritaban "halo" (hello). Fumamos narguile en un café tradicional, después de tomarnos un rico jugo de naranja y volvimos a pasar la ultima noche en el barco.

 Disfrutamos de un espectaculo de danza del vientre y danza Tanora....se acerca el dia de dejar estas hermosas tierras

domingo, 2 de noviembre de 2014

Cronica del segundo día de Navegación por el Nilo

Templo de Kom Ombo
El barco prendio motores a eso de las 4 de la mañana rumbo al templo de Kom Ombo. A las 8 despues de desayunar bajamos en este templo, dedicado al Dios Zobek, Dios Cocodrilo.

Templo de Edfu
El templo funcionaba como hospital y como lugar de partos. Las paredes del templo contenían jeroglíficos con anotaciones de remedios y procedimientos hechas por los sacerdotes. Ademas es uno de los templos egipcios en que hay un nilometro construido, utilizado para medir el nivel del río.
En Kom Ombo se  encontraron en las excavaciones algunos cocodrilos momificados que pueden ver.

De ahí emprendimos un espectacular viaje hasta la ciudad de Edfu. Tuve tiempo libre para relajarme y escribir mi diario de viajes, mientras disfrutaba de un rico jugo de fruta en el barco.

Después de almuerzo el barco paro de nuevo y fuimos al templo de Edfu en carroza. Este templo es uno de los mejores conservados de Egipto y esta dedicado al Dios Horus, el Alcón, principalmente.

Edfu
En las paredes se encontraban las recetas de los perfumes que hacían los egipcios ademas de muchas escenas importantes de la vida de los Tolomeos, ya que este es un templo greco-romano. El templo fue ocupado por los cristianos y la parte de afuera esta muy destruida, ya que intentaron borrar las caras de los personajes de las escenas hechas con por los egipcios ya que los consideraban paganos.

Orillas del Nilo
Orillas de Nilo
Atardecer sobre el Nilo

Anochecer sobre el Nilo

De ahí volvimos al barco y tuve la oportunidad de ver un espectacular atardecer mientras navegábamos. Hay poblados en las orillas donde se ve a la gente trabajando la tierra, pescando y en sus casas haciendo distintas labores. El Nilo es alucinante, lleno de vida en sus orillas. Ademas hay pájaros, burros y algunos búfalos bañanadose en las aguas del imponente río.

Pescadores en el Nilo
Después de la comida cruzamos la esclusa de Esna, algo parecido al canal de Panamá, pero en el rio Nilo. El barco bajo 7 metros. Tuvimos una fiesta en el barco en la cual demostré que mis habilidades para bailar música Árabe son nulas, pero estuvo muy entretenida a pesar de la improvisación en mis pasos. Me acosté porque madrugaba para la siguiente aventura

sábado, 1 de noviembre de 2014

Crónica de primer día de navegación en el Nilo

Presa de Aswan
El día empezó a la 1:30 am pues a las 2 salia mi camioneta hacia el aeropuerto para tomar el avión que me llevaría a la ciudad de Aswan, al sur de Egipto. El avión aterrizo a las 6 y me encontré con mi guía en el sur, Mohamed.

Del aeropuerto salimos para la gran presa de Aswan o Asuan, una maravilla de la ingeniería que permitió a los Egipcios controlar las crecidas del río Nilo en el verano para proteger los templos y a los habitantes que estaban en las orillas. Ahora en la gran presa de Aswan hay una hidroeléctrica que produce el 2% de energía de la zona, aunque en otra época producía mas. Al otro lado de la presa se encuentra el lago artificial Nasser, de 500 km de extensión y que va hasta Sudan. Allí es el único lugar donde se encuentran los cocodrilos que antes estaban en el Nilo.
Orillas del Nilo
Salimos de ahí para una cantera de granito, donde vi como era la técnica utilizada por los egipcios para cortar las piezas de los templos y los obeliscos. Ahí vi un obelisco inacabado y como alrededor hacían huecos donde metían troncos de madera de Sicomoro y los humedecían con agua hasta que por la presión explotaban y hacían un corte perfecto.
Mohamed me llevo al barco-crucero Miss Esadora a hacer el check in y a dormir un poco. A la 1 almorcé y a las 2 nos fuimos a dar un paseo en Faluca, unas barcas de vela típicas de esta zona del Nilo.

Con Jimmy camino al poblado Nubio
El paisaje del oasis, el desierto y el Nilo es espectacular. Hay muchos pájaros y barquitos pesqueros. En las orillas se levantan casas, grandes hoteles y pequeños poblados donde hay caballos, burros y búfalos, los hombres visten túnicas o shilabas.

Luego cambiamos a una lanchita a motor que nos llevo a una orilla cerca de un poblado nubio. Ahí tome un camello llamado Jimmy, en el cual galope por el Sahara. Ahí llegue a un poblado de casitas azules con cúpulas, donde viven las familias nubias.
Selfie con Jimmy

La casa nubia tiene un patio central con cocodrilos y las habitaciones principales dan a ese patio. El padre preparo un té mientras la hija me hacia un tatuaje de henna. Me quede un rato conversando con Mohamed y luego el padre saco un cocodrilo para tocarlo. Salimos de ahí y afuera vimos a un peregrino de los que van a la Meca o Hag fumando Narguile y conversando con gente del pueblo.

Hag
Tatuajes en Henna

Luego salimos de vuelta a la otra orilla en el barco a motor, en el que fuimos sentados en unas sillas en el techo del barquito y donde disfrutamos el atardecer sobre el Nilo. 

Tomamos una carroza tirada por un caballo que me llevo a conocer las calles de Aswan, que aunque es mas colorido y verde que el Cairo es más pobre y tiene mucha basura,se ven cabras escarbando las montañas de deshechos en las calles y los enfermos tirados en sus colchones que en las horas en las que suenan los cánticos de las mezquitas se arrodillan para rezar. 

Hallo
Mercado de Aswan
Tienda de Especias Aswan

Mohamed me llevo a una tienda de especias donde me iba volviendo loca. Allí le preparaban a uno mezclas especiales  y luego de vuelta al barco para descansar, escribir mi diario de viajes, probar la cerveza egipcia y dormir hasta el otro día.


¡GRACIAS A LOS QUE ME LEEN! Y anímense a viajar, porque no hay mejor forma de quitarse los prejuicios, de aprender y de disfrutar la vida que viajando. ¡Mañana seguimos con las crónicas desde el Nilo! Abrazos.

viernes, 31 de octubre de 2014

Iniciando la aventura en Egipto

Después de un vuelo de 5 horas de Madrid al Cairo en el que me fui hablando con los nuevos embajadores de Perú en Egipto, pise África.

El Cairo es inmenso y hay un trafico terrible al que se suman los 22 millones de personas que cruzan la calle como locos, no hay semáforos, ni puentes peatonales, ni pasos de cebra...¡es una locura!.

El encargado de la agencia, Amrito, me explico todo acerca de la ciudad y del tour que tomaría por Egipto, también me llevo a comprar una sim para mi celular, pues la gente en casa, estaba un poco preocupada de que estuviera viajando sola por ese país.

El tipo que nos atendió hablaba solo árabe pero sabia perfectamente quienes eran James Rodríguez y el Pibe Valderrama, me alegro saber que eso empiece a ser lo que la gente recuerda de Colombia en el exterior.

Con mis guías Bito y Amru y el vendedor de Vodafone
El día siguiente empezó a las 6:30 am. Después de desayunar en el hotel conocí a mi guía local, Bito, que me explico todo sobre Egipto, la religión, la política, la economía, algunos hitos históricos y culturales, ademas me sirvió de fotógrafo. Bito aguanto todas las preguntas que le hice ya que era la única persona haciendo ese tour en este momento.

En resumen tuve guía, una van y un casi guardaespaldas solo para mi. Visite las pirámides de Giza donde cumplí mi sueño de montar en camello, luego la Esfinge y el templo bajo. De ahí salimos para un museo del papiro donde aprendí como se hacia el papiro desde el momento en que se corta la planta.
Paseo en Camello por las pira mides de Guiza
Nuestra visita continuo con la visita a la Ciudadela de Saladino, una fortaleza militar muy importante del Cairo y ahí la Mezquita de Alabastro (que es la primera mezquita a la que entro y huele a pata), toda construida en este material. Luego visite el museo del Cairo donde pude ver los tesoros de la tumba de Tutankamon.

Piramides de Guiza
Con Amru y Bito 

Almorcé comida típica en un restaurante-barco en el Nilo y fui al mercado de Khan el Khal Ili a tomarme un delicioso café con cardamomo. Al final pase la noche en un café Cairota con mis guías y una pareja de argentinos que conocimos ahi, fumando narguile y tomando algo.

El Cairo
Al día siguiente me levante un poco mas tarde porque estaba muy cansada y necesitaba descansar un poco. A las 10:30 salí con Amru a caminar. Yo tenia muchas ganas de ver el Cairo a pie, de descubrir sus calles, de ver que hacia la gente y como era la vida de la ciudad mas grande de África y él muy amablemente se ofreció a acompañarme todo el día. Tomamos un taxi hasta la orilla del Nilo y de ahí caminamos mientras se alzaban hoteles lujosos y edificios importantes como la torre del Cairo.

Bailando en el Markeb
Después de un rato de caminar junto al Nilo bajamos a un pequeño barco a motor llamado Markeb. Los Markeb son famosos porque son unos barcos que dan una pequeña vuelta al Nilo y adentro hay música para que la gente baile. En el que fuimos había muchos jóvenes estudiantes que se habían escapado del colegio para ir ahí a bailar. Después de ese tradicional paseo Cairota seguimos caminando por el centro de El Gran Cairo, el esplendor de épocas antiguas se ve en las fachadas de los edificios de estilo Europeo, hoy un poco olvidados y amarillentos por la arena del desierto. La gente se detiene en cafeterías en la calle para charlar y a tomar algo.
Bebida de Caña de Azucar

Las Calles del Cairo
Casa Scout El Cairo
Probé una bebida de caña de azúcar llamada Asir kasab, que no me gusto mucho. Luego nos dedicamos a buscar la casa Scout, toda una odisea porque acá no son muy populares y era difícil explicarle a los transeúntes que era lo que buscábamos, hasta que por fin en una fachada encontramos la flor de Lis y entramos. Allí nos atendió muy amablemente el Jefe Scout Nacional de Egipto. Amru hizo de traductor porque él señor no sabia español y hablaba muy poco ingles. Nos tomamos un té y nos contó que este año cumplen los Scouts de acá 100 años y que hubo presidentes y reyes muy famosos de Egipto que fueron Scouts.
Las Calles del Cairo
De ahí salimos a almorzar Koshari, un plato vegetariano a base de 4 carbohidratos (garbanzo, pasta, arroz y fideo). Pasamos por un café tradicional de un barrio popular a tomar mas té con Bito y ahí revise mi vocabulario en árabe con ellos para que me corrigieran.
Koshari
Por la noche volvimos a Giza para ver un espectáculo de luces y sonido en las pirámides antes de volver al hotel a dormir un poco, pues a las 2 am llego la camioneta por mi, rumbo al aeropuerto para tomar el vuelo a Aswan.
Show de luces en las piramides